miércoles, 28 de marzo de 2012


¿QUÉ ES?




El tráfico de órganos es un delito que se viene practicando con mucha frecuencia en Latinoamérica  y consiste en el transporte y cesión de órganos con el objetivo de obtener un beneficio económico. Es considerado en muchos países como ilícito; gran parte de su práctica se da porque no existen  donantes  y si lo comparamos con la economía diríamos que nos encontramos frente a un monopolio  donde existe un ofertante y  muchos demandantes, a esto  también se suma la pobreza, la mafia se vale de estos problemas sociales para comprar órganos a muy bajo precio y venderlos a un costo elevado; lo peor es que realizan este tipo  de operaciones  sin el más mínimo cuidado de salubridad por este motivo es que debemos concientizar a la población sobre la donación de órganos solo así lograremos combatir al tráfico ilícito de órganos.


¿EXISTE REALMENTE EL TRÁFICO  DE ÓRGANOS?

¡Si!. Principalmente existía en la India, país al que viajaban numerosos pacientes ricos de Alemania y sobre todo Italia para trasplantarse en condiciones nada seguras y sin las más mínimas garantías, con riñones comprados de personas extremadamente pobres.

Ha sido también frecuente en Filipinas, Hong Kong y la China, paises en los que los pobres venden un riñón por solo mil dólares a ricos procedentes principalmente del Japón. En menor grado también existe en muchos paises del norte de África y sobre todo en Egipto, en los que con frecuencia en la prensa se leen anuncios de oferta de riñones por parte de personas desesperadas por la pobreza, beneficiando a ricos desesperados por seguir viviendo.

En algunos países de América Latina, como Bolivia, en los que coexiste la extrema pobreza con la injusticia social y la falta de atención por parte del estado para cubrir las necesidades básicas de la población, incluyendo el tratamiento dialítico para sustituir la función renal perdida, los ricos también publican anuncios en la prensa solicitando riñones que son ofertados por personas agobiadas por la pobreza. Y de la misma manera, estas personas desesperadas por satisfacer alguna necesidad básica con dinero, publican anuncios en la prensa bajo el título de "Dono Riñón" tratándose en la realidad de la oferta de un riñón.

¿EN QUE CIRCUNSTANCIAS OCURRE EL TRÁFICO DE ÓRGANOS?

El comercio de órganos ocurre sobre todo en países en los que coexisten minorías bien acomodadas con mayorías pobres, con marcadas diferencias entre ambas, con un alto grado de injusticia social, sin leyes que regulen la práctica de los trasplantes y en países en los que no existe la injerencia del estado en el control de la actividad trasplantadora.

¿POR QUÉ SE CONSIDERA ÉTICAMENTE INACEPTABLE EL COMERCIO DE ÓRGANOS?

Por ser una forma abominable de explotación del hombrecontra el propio hombre, permitiendo una desigualdad en las oportunidades de seguir viviendo gracias a un trasplante, a favor solo de los ricos que están en posibilidades de comprar el órgano y a desmedro de los pobres que se ven obligados a vender parte de su propio cuerpo para satisfacer sus necesidades básicas de supervivencia.






¿QUE HACER PARA EVITARLO?


El tráfico de órganos se puede evitar mejorando las condiciones de vida de la población, dando igualdad de oportunidades a ricos y pobres principalmente en relación a la salud y erradicando la extrema pobreza.

Paralelamente, los paises que aún no cuentan con una legislación adecuada, deben promulgar leyes insistiendo en la necesidad de estimular la donación cadavérica, con un sentido altruista y de solidaridad, castigando todo tipo de retribución económica por los órganos donados y con un control estrecho de la actividad de trasplantes por parte del estado.

Precisamente, la Ley boliviana de trasplantes contempla todos estos aspectos y su reglamentación complementaria promulgada en junio de 1997, insiste en la necesidad de estimular la donación cadavérica bajo estos principios. Adicionalmente, la Comisión Coordinadora Nacional de Trasplantes creada por Resolución Ministerial el 19 de abril de 1999, tiene entre sus principales atribuciones, precisamente controlar la práctica de los trasplantes en todo el territorio nacional.


¿QUÉ DICE LA LEY?

Hay varias normas que regulan el transplante de órganos para evitar que esta actividad deje de ser una alternativa de vida y se convierta en un negocio:

Decreto 2493 de 2004

Ley 919 de 2004: Se prohíbe la comercialización de componentes anatómicos humanos como transplante y se tipifica su delito como tráfico.

Decreto 1546 de 1998: Por el cual se reglamentan la obtención, donación, preservación, almacenamiento, transporte, destino y disposición final de componentes para trasplante

Resolución 5108 de 2005: Por la cual se establece el Manual de Buenas Prácticas para Bancos de Tejidos y de Médula Ósea y se dictan otras disposiciones.

Además de contar con una legislación adecuada, el comercio de órganos se puede evitar erradicando la extrema pobreza y no privilegiando a ningún paciente por tener más recursos.

¿CONVERTIRSE EN DONANTE?


Solo hay tres condiciones para ser donante: que sea un acto voluntario, los órganos estén en buen estado y que sean compatibles. En vida, una persona puede donar cualquier órgano par (riñón, pulmón, intestino, etc). El “donante cadavérico” puede donar cualquier órgano, siempre y cuando esté en buen estado.

En la página web del Instituto Nacional de Salud se puede llenar un formulario para adquirir un carné de donante.









¿ SEGUIR SUFRIENDO O ARRIESGARSE ?


Tres días a la semana, durante cuatro horas,  Martín tiene que conectarse a una máquina para limpiar su sangre. Sus riñones no pueden hacerlo. Tiene 54 años y lleva 26 sometido a diálisis. Ha pasado por dos trasplantes. Y por dos decepcionantes rechazos. A estas alturas, su sistema inmunitario se ha vuelto demasiado sabio. Ataca cualquier órgano intruso. Sólo se le podría engañar ingresando a Martín para anular todas sus defensas  y sincronizando el trasplante con un donante vivo compatible. Pero este barcelonés no tiene donante vivo. Más bien, no quiere jugársela. "Mis dos hermanos se han ofrecido, pero el riesgo de rechazo es tan grande que podrían quedarse sin riñón para nada. Y yo, la verdad, no podría soportarlo”. Ahí sigue, mientras la diálisis erosiona su cuerpo, con tumores periódicos, problemas de tiroides, artritis y mareos.

Martín había oído hablar del turismo de trasplantes. En Internet todo fue muy fácil. Inmediatamente, encontró la web de un hospital en Lahore (Pakistán): www.aadilhospital.com. Contactó con ellos por e-mail. Le respondieron rápidamente con toda la información: viaje en primera, recogida en el aeropuerto, intervención y pos-operatorio, todo incluido. Precio total: 15.000 dólares. Un viaje organizado para salvar la vida. Para preparar la intervención y encontrarle un donante vivo compatible le pidieron que enviase su historial. Cuando lo solicitó a sus médicos del hospital Clínic de Barcelona, ellos le pidieron que no fuese. Y le convencieron: "Muchos pacientes vuelven con un riñón, ciertamente, pero también con otras enfermedades".




INFORME DE NACIONES UNIDAS:

EL TRÁFICO DE ÓRGANOS CAUSA UNO DE CADA DIEZ TRASPLANTES RENALES EN EL MUNDO
LA ONU PONE COMO IDEAL A SEGUIR EL MODELO ESPAÑOL DE DONACIONES ALTRUISTAS

Ha surgido un nuevo mercado de células, córneas, huesos, válvulas...
No existen estadísticas ni informes solventes, pero el tráfico de órganos y células humanas es una realidad global a la que aún no se ha logrado poner coto. Naciones Unidas divulgó ayer un informe, en el que ha colaborado la Organización española de Trasplantes, y donde se muestra la verdadera cara de este comercio ilegal, sin mitos ni leyendas. Es la primera vez que Naciones Unidas se implica en este problema y lo hace poniendo como ejemplo a seguir el modelo español de trasplante, basado en donaciones altruistas.
El informe revela que el tráfico de órganos podría estar detrás del 5 -10 % de todos los trasplantes renales que se practican cada año en el mundo. Eso significa que se harían entre 3.400 y 6.800 trasplantes anuales con riñones obtenidos de una forma ilícita. Y sólo es una estimación a la baja.
El tráfico más conocido se plantea entre las personas de países ricos del hemisferio norte que quieren saltarse la lista de espera de su país y naciones en vías de desarrollo. Pakistán, Filipinas, Egipto, Sudán, Venezuela, Paraguay son algunos de los paraísos del llamado 'turismo de trasplante'. La mayoría son enfermos en busca de un riñón que viajan para encontrar órgano de donantes locales por una cifra que oscila entre los 70.000 y los 160.000 dólares (entre los 47.204 y 107.864.07 euros). En este precio se incluye el viaje, la hospitalización y el nuevo riñón.
La intervención se realiza en los hospitales locales y, a veces, hasta las propias compañías de seguros se encargan de 'colar' a golpe de talonario a sus asegurados en las listas de espera del país.
El tráfico de órganos no es ficción. Pero en este documento también se desmontan otros mitos. Como el secuestro de niños para obtener sus órganos. «Son algunas de las leyendas urbanas que circulan para explicar la desaparición de menores, especialmente en Latinoamérica. Miles de niños desaparecen en el mundo como resultado de actos violentos o son vendidos por sus padres para adopciones o explotación laboral y sexual. No hay informes policiales ni estudios que permitan validar la información», apunta el informe.
Naciones Unidas instó ayer a los países miembros a tomar medidas para controlar el comercio ilegal, recoger datos fiables de esta actividad ilícita y, sobre todo, fomentar la donación. «El tráfico existe por la escasez de órganos. La fórmula más eficaz para poner fin a este problema universal es fomentar la donación basada en el altruismo», explicó ayer Rafael Matesanz, director de la Organización Nacional de Trasplantes y uno de los cuatro relatores que han elaborado el estudio de la ONU. Naciones Unidas también advierte de la aparición de un nuevo mercado en el que se comercia con células y tejidos (córneas, huesos, válvulas...). «Un comercio en plena efervescencia que es más difícil de perseguir», asegura Matesanz.
MUJERES Y POBRES:
Ellas venden sus órganos y ellos los compran. En Asia, en las familias más pobres, las mujeres suelen ser las que venden su riñón. El perfil del 'comprador' es un varón con recursos.
El riñón es el órgano más vendido porque la calidad de vida no empeora con un único riñón. La crisis económica cambia el perfil. En Internet se pueden ver ofertas de órganos de ciudadanos europeos. Y también de ciudadanos asiáticos prósperos que viajan hasta el sureste de Asia para recibir un órgano ajeno.

"PARAMILITARES JUDÍOS A SABER CON QUE INTENCIONES"





El diario más popular de Suecia, Aftonbladet, ha publicado un artículo que ha desencadenado una fuerte polémica alrededor del Ejército Israelí e indignadas críticas en Israel. Según los testimonios recogidos por el periodista, Daniel Bostrom, durante los años 90 la IDF (Fuerzas de Defensa de Israel) secuestró a jóvenes palestinos, devolviendo los cuerpos a sus familias tras haberles extraído sus órganos para usarlos en transplantes.


Ante noticia tan espeluznante, la polémica no se centra en una investigación exhaustiva que aclare si esto realmente ocurrió para, en ese caso, condenar el hecho y castigar a los culpables. La polémica abierta es, una vez más, si el mundo es o no antisemita (entendiendo por antisemita "antijudío", aunque el término semita refiera tanto a árabes como a judíos). La Embajada de Suecia en Israel ha puesto el grito en el cielo calificando el artículo (que no los hechos en sí) de "espantoso", y distintas autoridades israelíes lo han conectado con la "difamación de sangre" contra los judíos durante la Edad Media.

Bostrom ha manifestado al diario Jerusalem Post su perplejidad ante la reacción de la opinión pública israelí, que según él demuestra no haber leído su artículo. "No estoy acusando al ejército israelí de robar órganos, sino recogiendo testimonios de familias palestinas que afirman que eso ha sucedido. Creo que Israel debería centrarse en averiguar si realmente hay tráfico ilegal de órganos en su país y en ese caso tomar acciones legales, no en atacarme a mí". La falta de regulación del tráfico de órganos en Israel es desde hace años un asunto espinoso. No parece, sin embargo, que haya ninguna intención de investigar sobre los hechos que las familias palestinas denuncian a través de Bostrom y el ruido se reduce a gritar en contra o a favor de este periodista.



El descrédito de Israel tiene hoy en día poco o nada que ver con factores religiosos y mucho que ver con la política de "limpieza étnica del pueblo palestino", como lo califica el historiador israelí Ilan Pappé. El incumplimiento de las resoluciones de la ONU, la negación a definir sus fronteras, su continua expansión colonial, su política de apartheid y expulsión de los palestinos de sus tierras han provocado un deterioro de la imagen pública de Israel. Los últimos ataques a Gaza, en los que fueron asesinadas 1500 personas, de los que un tercio eran niños, conmocionó a la opinión pública de la mayor parte del mundo a pesar de la propaganda, hasbara, que desplegó el gobierno. Sin embargo, son también grandes los esfuerzos de la mayoría de los gobiernos por ignorar estas violaciones de los derechos humanos con el fin de mantener unas buenas relaciones con Israel, por los intereses económicos y geoestratégicos que implica ser aliado del aliado incondicional de Estados Unidos.


HASTA AHORA LAS INVESTIGACIONES DEL PERIODISTA SUECO. AHORA HECHOS:

El pasado 23 de julio de 2009, en un operativo espectacular en New Jersey, la policía judicial de Estados Unidos detuvo a 44 personas, incluidos cinco rabinos de Brooklyn, por lavado de dinero, tráfico de riñones y fabricación de bolsas falsas de diseño.

"DETENIDO Y ACUSADO EN EE.UU DE LAVADO DE DINERO Y TRÁFICO DE RIÑONES"



El lavado de dinero del eje Nueva York-Tel Aviv está ya muy visto, por lo que nos detendremos en el menos conocido tráfico de riñones por los mismos operadores criminales, entre quienes destaca el rabino Levy Izhak Rosenbaum, quien resultó un óptimo financiero al comprar los riñones a los"donadores" en el mercado negro por 10 mil dólares para venderlos en 160 mil a los urgidos "receptores" (MSNBC; 24/7/09). ¡Qué buen negocio!

Nancy Scheper-Hughes, profesor de antropología de la Universidad de California en Berkeley, había alertado al FBI desde hace siete años sobre la red de tráfico de riñones en el mercado negro de Estados Unidos por el rabino Levy Izhak Rosenbaum, quien llegó a colocar su revólver en la cabeza de los"donadores" arrepentidos, en su mayoría oriundos de aldeas pobres de varios países de Europa oriental, en particular de Moldavia (Haaretz; 26/7/09).

Scheper-Hughes alega que en el hospital Monte Sinai de Nueva York se realizaban los transplantes de los riñones comprados por el rabino financiero Rosenbaum.

Otras fuentes más feroces –que invocan "la complicidad del gobierno israelí"–, como las de Joseph Cannon (Los carniceros: la verdad oculta sobre el circuito de robo de riñones por Israel; 31/7/09), también señalan al Albert Einstein Medical Center.

Cannon evoca que en el transcurso de los años, muchos han acusado a Israel de traficar con los órganos de los palestinos". Entre estos destacan los relatos macabros que cuenta desde hace 21 años el autor británico David Yallop.

No se puede olvidar la reciente e indecente declaración del rabino Manis Friedman, quien incitó a los judíos a matar a los hombres, mujeres y niños árabes durante la guerra: la única manera de combatir una guerra moral es al estilo judío: destruyan sus sitios sagrados. Maten hombres, mujeres y niños (y su ganado). Agregó sin desparpajo: "no creo en la moralidad occidental" (Haaretz; 9/6/09). Mejor aquí nos detenemos.



¡ VENDER UN RIÑÓN PARA COMPRARSE UN IPAD Y UN IPHONE !

El adolescente de este vídeo vendió en abril un riñón para comprar un iPad y un iPhone. Sólo tuvo que ir a Internet y poner un anuncio. Le pagaron 2.000 euros, una cifra, encima, un 58% por debajo del precio del mercado.
Más allá de la locura adolescente (en este caso, en sentido literal), la brutal anécdota es un reflejo de una realidad ignorada: el tráfico de órganos. La Organización Mundial de la Salud (OMS), un organismo dependiente de Naciones Unidas, estima que el 10% de los 63.000 riñones que se trasplantan cada año son obtenidos ilegalmente.
De hecho, el tráfico de órganos es la décima actividad criminal más lucrativa del mundo, con una cifra de negocio de unos 820 millones de euros anuales. Con 200.000 personas esperando un trasplante de riñón cada año, no es de extrañar que ese comercio ilícito esté, además, creciendo exponencialmente (España es uno de los países considerados como modélicos por la OMS en materia de trasplantes de órganos).
Algunos expertos, como el Premio Nobel de Economía, Gary Becker, han propuesto eliminar el problema creando un mercado regulado de tráfico de órganos. La idea ha sido controvertida, aunque al menos Becker agradecía en una entrada en el blog que comparte con el jurista Richard Posner el hecho de que “los comentarios [que la propuesta generó] han llevado a una discusión muy sofisticada, con un mínimo de ataques personales”. Aunque nos pueda sonar aberrante, la venta de órganos, estuvo, al menos en Estados Unidos autorizada hasta 1984.
Pero hoy, con la globalización, acaso sea el momento de resucitar esa idea. O al menos de abrir un debate similar al de la legalización de las drogas. De lo contrario, el mercado negro de órganos va a seguir creciendo.
Eso es lo que indican los hechos. El Gobierno chino, por ejemplo, ha sido acusado de extraer órganos de presos miembros de la organización religiosa Falun Gong. Y los incentivos para vender partes del cuerpo humano son notables. En muchos países en vías de desarrollo, un intermediario puede comprar un órgano por 2.000 euros y venderlo por más de 30.000. Eso es, posiblemente, lo que ha pasado con el riñón del adolescente que quería su iPad y su iPhone. Con lo que ha pagado el intermediario, da para toda una sección de una tienda de Apple.





TRAFICAR ÓRGANOS IMPLICA LO SIGUIENTE:

Asegurarse de que quien lo recibe no lo va a rechazar. Caso contrario no tiene ningún sentido. Esto implica que la organización requiere no sólo de muchas personas capacitadas e instituciones que quieran hacerlo. Donar órganos es hacer una cirugía mayor. No se puede hacer en cualquier lugar. Tiene que estar internado y tiene que tener un postoperatorio.

Por un riñón, luego de la operación, hay que estar cuatro días en cama, con drenaje. A su vez, debe estar sometida a análisis que indiquen que esa persona puede ser donante.

Y hacer estudios de incompatibilidad para conseguir el receptor. Lo que implica que haya dos organizaciones: una que busque donantes y otra que busque receptores. No cualquier donante le puede dar a cualquier receptor.

En otros países se da que personas sanas ofrecen sus órganos para que otros que tiene capacidad económica los compren, pero con el conocimiento de ambos y con el conocimiento médico.

La donación no debe ser obligatoria. Es un concepto ético. Nadie tiene por qué evaluar si una persona es mejor o peor por decidir sí o no a la donación.

Lo que sí me parece obligatorio es que todos conozcamos el problema y pensemos para decidir por sí o por no.

Lo que sucedió en San Pablo fue que se trató de incorporar rápidamente la ley del concepto de consentimiento presunto, esto quiere decir que cualquier persona está dispuesta a donar sus órganos hasta que exprese lo contrario.

Entendemos que tiene que ver con el nivel cultural y de información que tenga la comunidad.

Si la familia se opone a la donación, sabiendo que en vida el pariente quiso donar, las ablaciones no se hacen.

XENOTRASPLANTE

Hace más de una década está en etapa experimental. Sobre todo porque hay dos temas esenciales: Las enfermedades infecciosas de los animales que en la especie animal en los individuos puede traer graves enfermedades.

Dos. Si entre los seres humanos los órganos pueden ser rechazados es más probable que suceda entre distintas especies, porque las diferencias genéticas son mayores.

Se están elaborando especies de cerdos transgénicos, lo más parecido a los seres humanos, pero todo se encuentra en una etapa experimental".

A cuatro años del comienzo de la consulta obligatoria que se realiza cuando se hace algún trámite en el registro civil, sólo 610 mil personas dejaron asentada su decisión de donar. 262.300 se manifestaron a favor (43%).

Hay 80 mil que se acercaron voluntariamente, haciendo un total de 342.300 personas que figuran en planillas de donantes del Incucai.

Durante 1995 se donaron 695 órganos.

"De acuerdo con la ley 24193, los médicos e instituciones de salud tienen la obligación de denunciar las muertes. Pero rara vez ocurre; los médicos no saben dónde llamar y con quién hablar -dice Daniel Neustadt, presidente del INCUCAI-.

Aspectos que se tienen en cuenta para que una persona reciba un órgano:

El estado de salud del paciente (cuanto más grave es el caso, la prioridad es mayor). Si los órganos donados son compatibles con el paciente que los recibirá, para evitar un futuro rechazo. El lugar que el paciente ocupa en la lista de espera (si se trata de un caso urgente, este punto no tiene validez). La falta de órganos es más grave en la Capital Federal.

El 44% de las 280 mil personas consultadas, registros civiles del país aceptó donar los órganos después de la muerte. El 50 % de las personas acepta donar los órganos de un familiar que acaba de morir. "El problema no está en la gente sino en las instituciones y en los médicos que no actúan como deben".

En el país hay 11 donantes por cada millón de habitantes (exactamente la mitad que en España) y el tiempo de espera para recibir un trasplante supera, en promedio, los cinco años. Para muchos es demasiado tarde: de cada diez pacientes que aguardan un corazón o un hígado, tres mueren en la espera. La evolución de los pacientes transplantados es en un 75% favorable.

"Los trasplantes constituyen una revolución terapéutica y moral. Pocas áreas como ésta en la medicina de fines de siglo han atraído tanto la atención -Dice Oscar Imventarza, jefe de trasplante hepático del Hospital Garraham-. La decisión de la donación de órganos es un acto altruista, que es fruto de la toma de consciencia de un problema que nos compete a todos.

El INCUCAI  es la única autoridad nacional responsable y se encarga de la procuración y la distribución de órganos en todo el país, así como la habilitación de los centros de implante, además de corroborar la idoneidad y capacitación de los profesionales que intervienen.

Aproximadamente hay 6.000 pacientes en la lista de espera y solamente uno de cada diez recibe el órgano, y tres de los que necesitan un hígado o un corazón mueren en la espera.

Los trasplantes son cada vez más exitosos. El 70% de los trasplantados logra hacer una vida completamente normal.

Pacientes y familiares que esperan un órgano formaron un grupo para crear conciencia y llamaron "urgencia solidaria"; el grupo se llama Amor y Vida. Los asesora un sacerdote, dos psicólogos y un grupo de estudiantes de Terapia Ocupacional.

CERCA DE MIL PERSONAS MUEREN ESPERANDO UN ÓRGANO


La cantidad de familiares que autorizan la donación creció un 10%. En la provincia de Buenos Aires la donación creció en un 23 %. En San Pablo, por ejemplo, la tendencia fue a la inversa, bajó del 75% al 63%.

En 1961 se realizó en Buenos Aires el primer trasplante renal. Los trabajos de ablación e implante de órganos sufrieron un estancamiento debido a la resistencia de la población a donar sus órganos o de los parientes próximos.

Los expertos consideran que la negativa no responde a una decisión madura y reflexiva, sino al resultado de una actitud emocional o afectiva previa a todo análisis racional del problema. El eventual donante no entra siquiera a examinar la posibilidad de la donación: su postura es la de un instintivo negador de la realidad.

El trasplante de órganos de animales (xenotrasplantes) podría en el futuro abastecer parte de la creciente demanda que hoy se encuentra insatisfecha. Sin embargo, los científicos temen por el riesgo de transmisión de enfermedades. OEI.