miércoles, 28 de marzo de 2012


"El TRÁFICO DE ÓRGANOS COMO ACTIVIDAD ECONÓMICA"

'Hechos, ficciones y rumores'
Así titulaba Matesanz un brillante artículo sobre el comercio con órganos y tejidos, en el cual planteaba que, si bien existen y no pueden negarse actividades reñidas con la legalidad y la solidaridad, hay que deslindar muy bien los términos y los conceptos.

Bajo el nombre genérico de tráfico de órganos se agrupan hechos reales y ficticios, que han pasado a componer un mito social. Una construcción de sentido negativo en la conciencia de la comunidad, que a muchos les impide dar curso a una natural tendencia a ayudar a otros, donando sus órganos para luego de su muerte. De toda esa mitología el español rescata como posible -y a veces comprobable- tres actividades ilegales:

• Compraventa de riñones
• Obtención criminal de órganos
• Tráfico de tejidos

En todos los casos, su posibilidad depende de la existencia o no de legislaciones nacionales fuertes y claras. En la Argentina, por ejemplo, la Ley Nacional 24193, sobre donación e implantes, constituye un verdadero resguardo para impedir, en especial, la primera de estas actividades ilegales.

El avance de la ciencia ha hecho que los riñones puedan ser donados en vida e implantados a una persona enferma. En ese país como en casi todos, esto sólo puede darse entre personas que tengan un vínculo familiar estrecho, lo cual hace imposible el comercio. Pero en zonas como Oriente Medio, India (donde hay aldeas con un alto índice de personas "monorrenales"), Extremo Oriente, norte de África y algunos países de Latinoamérica este detestable negocio tiene vigencia. Nombres eufemísticos como el de "donación recompensada" no le confieren una dignidad que no posee.

A medida que la medicina ha ido desarrollando las operaciones de transplantes de órganos, ha evolucionado de forma paralela un negocio fraudulento: el tráfico de órganos, que ocupa uno de los lugares más destacados dentro de las leyendas urbanas de la sociedad.

El último indicio de que este rumor es una realidad, tuvo lugar a principios del mes de diciembre en Brasil. La Policía Federal Brasileña capturó a once personas que conformaban una red de contrabandistas que vendían órganos en Sudáfrica a un precio de 10.000 dólares. Brasil es uno de los principales escenarios donde se efectúa esta práctica. Se ha verificado que el número de niños brasileños que salen del país en adopciones internacionales no cuadra con el que se registra en el extranjero. Parece ser que hay niños que 'se pierden' y no aparecen.

Los países donantes de órganos ilegales son principalmente los países pobres. Son muchos los lugares de América Latina que registran casos de desaparición de personas y posterior aparición con órganos extraídos. Argentina, Honduras y Perú son ejemplos de ello, como asegura la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, que también se incluye en la lista de países afectados.

Datos Periodísticos
Un programa de la televisión pública Documentos TV ha emitido un espeluznante reportaje de investigación sobre el tráfico de órganos humanos. Ante los ojos del espectador, aparecían con trepidante ritmo narrativo los testimonios extraídos a punta de cámara oculta de niños y adultos envueltos en el comercio de riñones. El periodista, haciéndose pasar por un supuesto cliente, llega a contactar con una familia dispuesta a ceder a uno de sus hijos a cambio de 70.000 euros. Pocas pegas podrán ponerse al trabajo emitido, salvo que no demuestra nada. O, mejor dicho, que no ofrece ninguna prueba suficientemente contundente como para compensar las numerosas inconsistencias que presenta el mito del tráfico de órganos humanos.
 Un simple rastreo en Internet sobre el tema servirá para encontrar centenares de referencias a una de las leyendas urbanas más propias de nuestra edad contemporánea. Desde el turista desprevenido que, tras tomar unas copas con una bella nativa, se despierta metido en una bañera de hielo y sin riñón, hasta el millonario estadounidense que recorre el Tercer Mundo en busca de un niño parecido a su hijo para proponerle la compra de una víscera vital.

La cantidad de testimonios y la aparente lógica de la desesperación humana (sobre todo cuando se trata de salvar la vida de un hijo) dotan a estas historias de una emotiva credibilidad. Pero, más allá de eso, resulta imposible encontrar entre la comunidad científica, las autoridades sanitarias, los expertos en trasplantes y la policía una opinión crédula al respeto. Es más, es absolutamente unánime la advertencia de que la creación de redes internacionales de comercio de órganos vivos es poco menos que imposible.

 El mito de la amputación involuntaria es casi tan viejo como la literatura. Pero su versión más moderna, convertido en violación quirúrgica, cobra fuerza tras el estreno en 1978 de la película Coma, basada en un guión  de Michael Crichton y Robin Cook, en la que un equipo de perversos médicos extrae órganos sanos de pacientes comatosos.

Desde entonces, no han dejado de aflorar truculentas historias de trasiego de vísceras. Junto a ellas, aunque de manera más tímida, tampoco ha dejado de oírse la voz de autoridades en la materia advirtiendo de la falsedad de tales relatos. Poco después de aparecer en la prensa Mexicana la noticia de que el tráfico de órganos podría ser la causa de la extraña desaparición de docenas de jovencitas en el estado de Chihuaha, la Comisión Nacional de Trasplantes del país elevó una nota en el la que negaba tal posibilidad. Lo mismo ocurrió una y otra vez en Estados Unidos, Canadá, China y Europa.

En afrol News el 12 de Enero de 2004, el fiscal general del Estado mozambiqueño está reforzando su caso sobre la supuesta red de traficantes de órganos humanos en Nampula, la capital regional del norte del país. Misioneros brasileños y los residentes en Nampula sospechan que oficiales de policía locales organizan este comercio ilegal, que puede haber costado ya bastantes vidas humanas.
La oficina central del fiscal general del Estado en Maputo está estudiando varios casos de supuesto tráfico de órganos humanos en Mozambique. En Nampula, la investigación del fiscal general, Joaquim Madeira, está ofreciendo resultados a un ritmo muy lento.

La investigación fue provocada tras conocerse las informaciones de grupos locales de derechos humanos y de la misión brasileña en Nampula, denunciando que niños de la zona estaban perdiendo órganos vitales.

La población de Nampula acusa a la policía local de complicidad con los traficantes al no investigar muertes que se consideraban sospechosas entre los niños locales, según informa la emisora portuguesa 'RDP África' en el norte de Mozambique. Los oficiales de policía "pidieron simplemente enterrar los cadáveres sin pedir ninguna autopsia o investigación y sin ningún tipo de proceso jurídico".

Según la misión brasileña en Nampula, definitivamente hay un tráfico organizado de órganos de cuerpos humanos en la región. Los misioneros se dedican a cuidar numerosos niños pobres y huérfanos y han observado a las víctimas sin los órganos. Varios niños han muerto como resultado de esto, según denuncia la misión.
El fiscal general del estado ha pedido ahora la exhumación de varios cuerpos humanos sospechosos de haber sido victimas del supuesto tráfico ilegal de órganos. Las autoridades del Ministerio de Sanidad determinarán si se trata de un crimen.
También Abdul Rasak, gobernador de la ciudad de Nampula, asegura que las acusaciones se consideran serias. Al tráfico de órganos humanos "se le da toda la atención necesaria", informa 'Público'. Las autoridades locales ya habían pedido que se iniciasen las investigaciones hace tres meses.

El gobierno de Mozambique ya reconoció, en el año 2000, la existencia de tráfico de órganos humanos en el país. Las investigaciones, hasta ahora, establecen que este tipo de tráfico lo llevan a cabo organizaciones criminales de Sudáfrica. La mayoría de los órganos se trafican con el fin de trasplantes, aunque también existe el tráfico de órganos dirigido a ritos de brujería. La vecina Sudáfrica, en cualquier caso, parece ser el principal mercado para estos órganos.

Portales chinos en Internet ofrecen comprar órganos a personas con problemas económicos o de reos condenados a muerte
En Hong Kong, portales de Internet chinos están siendo utilizados para el tráfico, subasta y compraventa de órganos humanos. El comercio ilegal, que comenzó hace cerca de un año, incluye desde personas con problemas económicos que desean vender órganos no vitales a presos que van a ser ejecutados.

Muchos de los mensajes incluidos en la Red son presentados como ofrecimientos de particulares. Sin embargo, grupos defensores de los Derechos Humanos y responsables de hospitales chinos han advertido que detrás de los supuestos anuncios privados se esconden organizaciones y mafias dedicadas al tráfico de órganos en China.

El precio de un riñón en los portales chinos de Internet varía entre los seis y los 10 millones de pesetas. Los responsables del servidor chino Netease, uno de los que han sido acusados de permitir el comercio de órganos en la autopista de la información, se han defendido alegando que no pueden hacer nada para evitar las transacciones económicas de «particulares» en sus páginas.

La sesión de subastas Netease anuncia centenares de productos electrónicos, electrodomésticos o coches. Más discretamente, a través de su buscador, ofrece también la posibilidad de adquirir córneas, pulmones, riñones e hígados en un sistema de compraventa descubierto por el diario Yangcheng. Otros portales chinos están ofreciendo a través de sus páginas todos los órganos médicamente trasplantables de una persona a otra.

La principal sospecha reside en que algunos de esos órganos son vitales y sólo pueden ser extraídos de una persona clínicamente muerta. La oferta de partes del cuerpo sobre cuya disposición es imposible hacer previsiones -los hospitales no pueden saber cuándo llegará un donante- ha reforzado el convencimiento de que en realidad se están utilizando los órganos de reclusos condenados a muerte.

La noticia de la utilización de Internet por parte de las mafias chinas coincide con la cercanía del año lunar chino, cuando el Gobierno lanza su campaña anual contra el crimen y aumenta los números de ejecuciones en todo el país.

La subasta o venta de órganos es ilegal en China, pero los hospitales del país han sido acusados en numerosas ocasiones de traficar con los órganos de presos condenados a la pena capital.

EL MUNDO ya denunció el pasado mes de mayo las mafias organizadas en China entre funcionarios de prisiones, doctores y autoridades sanitarias en el tráfico de los órganos de los reclusos, cuyos órganos son extraídos incluso antes de su ejecución.

Uno de los anuncios publicados en la Red en las últimas semanas ofrece «cualquiera de los órganos» de un preso de la provincia de Henan y destaca que la venta se realizará «a la persona que puje más alto». En otro de los mensajes se puede leer: «Córnea de una persona sana con buena vista. Urge la venta por motivos de pobreza».

Los responsables del Hospital Universitario Sun Yat Sen de la ciudad de Guangzhou, un centro especializado en trasplantes situado al sur del país, han advertido que detrás de los ofrecimientos en Internet se esconden organizaciones que utilizan identidades falsas de supuestos donantes para atraer clientes.

«Tengo deudas y necesito el dinero. El precio final es negociable, pero sólo acepto dinero en efectivo», ha asegurado al diario honkonés The South China Morning Post uno de los supuestos interesados en vender un riñón por algo más de seis millones de pesetas.

El Ministerio de Sanidad chino se ha negado a realizar comentarios sobre la inclusión de subastas de órganos en Internet, pero fuentes del departamento han apuntado a la posibilidad de que Beijing endurezca pronto las penas por tráfico de órganos y legalice las donaciones voluntarias. El portal estadounidense e.Bay ya bloqueó el pasado septiembre la venta ilegal de lo que se anunciaba en su web como «un riñón en perfecto estado» por cerca de cinco millones de pesetas.

1 comentario:

  1. Mi nombre es Doctor Michael Baldwin, un representante del Iowa Lutheran Hospital. Somos especialistas en cirugía de órganos y nos ocupamos de la compra de riñones y nuestro paciente acordó pagar una gran suma de dinero a cualquier donante que decida donar un riñón a guárdelos y estamos ubicados en Iowa City, EE. UU.
    Si está interesado en vender su riñón, no dude en comunicarse con nosotros para que podamos continuar.
    Y este es nuestro correo electrónico si está interesado: iowalutheranhospital@gmail.com
    También puede llamarnos o escribirnos por whatsapp al +1 515 882 1607

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