"El TRÁFICO DE ÓRGANOS COMO ACTIVIDAD ECONÓMICA"
'Hechos, ficciones y
rumores'
Así titulaba Matesanz un
brillante artículo sobre el comercio con órganos y tejidos, en el cual
planteaba que, si bien existen y no pueden negarse actividades reñidas con la
legalidad y la solidaridad, hay que deslindar muy bien los términos y los
conceptos.
Bajo el nombre genérico de
tráfico de órganos se agrupan hechos reales y ficticios, que han pasado a
componer un mito social. Una construcción de sentido negativo en la conciencia
de la comunidad, que a muchos les impide dar curso a una natural tendencia a
ayudar a otros, donando sus órganos para luego de su muerte. De toda esa
mitología el español rescata como posible -y a veces comprobable- tres
actividades ilegales:
• Compraventa de riñones
• Obtención criminal de
órganos
• Tráfico de tejidos
En todos los casos, su
posibilidad depende de la existencia o no de legislaciones nacionales fuertes y
claras. En la Argentina, por ejemplo, la Ley Nacional 24193, sobre donación e
implantes, constituye un verdadero resguardo para impedir, en especial, la
primera de estas actividades ilegales.
El avance de la ciencia ha
hecho que los riñones puedan ser donados en vida e implantados a una persona
enferma. En ese país como en casi todos, esto sólo puede darse entre personas
que tengan un vínculo familiar estrecho, lo cual hace imposible el comercio.
Pero en zonas como Oriente Medio, India (donde hay aldeas con un alto índice de
personas "monorrenales"), Extremo Oriente, norte de África y algunos
países de Latinoamérica este detestable negocio tiene vigencia. Nombres
eufemísticos como el de "donación recompensada" no le confieren una
dignidad que no posee.
A medida que la medicina ha
ido desarrollando las operaciones de transplantes de órganos, ha evolucionado
de forma paralela un negocio fraudulento: el tráfico de órganos, que ocupa uno
de los lugares más destacados dentro de las leyendas urbanas de la sociedad.
El último indicio de que este
rumor es una realidad, tuvo lugar a principios del mes de diciembre en Brasil.
La Policía Federal Brasileña capturó a once personas que conformaban una red de
contrabandistas que vendían órganos en Sudáfrica a un precio de 10.000 dólares.
Brasil es uno de los principales escenarios donde se efectúa esta práctica. Se
ha verificado que el número de niños brasileños que salen del país en
adopciones internacionales no cuadra con el que se registra en el extranjero.
Parece ser que hay niños que 'se pierden' y no aparecen.
Los países donantes de
órganos ilegales son principalmente los países pobres. Son muchos los lugares
de América Latina que registran casos de desaparición de personas y posterior
aparición con órganos extraídos. Argentina, Honduras y Perú son ejemplos de
ello, como asegura la Asamblea Permanente de Derechos Humanos de Bolivia, que
también se incluye en la lista de países afectados.
Datos Periodísticos
Un programa de la televisión
pública Documentos TV ha emitido un espeluznante reportaje de investigación
sobre el tráfico de órganos humanos. Ante los ojos del espectador, aparecían
con trepidante ritmo narrativo los testimonios extraídos a punta de cámara
oculta de niños y adultos envueltos en el comercio de riñones. El periodista,
haciéndose pasar por un supuesto cliente, llega a contactar con una familia
dispuesta a ceder a uno de sus hijos a cambio de 70.000 euros. Pocas pegas
podrán ponerse al trabajo emitido, salvo que no demuestra nada. O, mejor dicho,
que no ofrece ninguna prueba suficientemente contundente como para compensar
las numerosas inconsistencias que presenta el mito del tráfico de órganos
humanos.
Un simple rastreo en Internet sobre el tema
servirá para encontrar centenares de referencias a una de las leyendas urbanas
más propias de nuestra edad contemporánea. Desde el turista desprevenido que,
tras tomar unas copas con una bella nativa, se despierta metido en una bañera
de hielo y sin riñón, hasta el millonario estadounidense que recorre el Tercer
Mundo en busca de un niño parecido a su hijo para proponerle la compra de una
víscera vital.
La cantidad de testimonios y
la aparente lógica de la desesperación humana (sobre todo cuando se trata de
salvar la vida de un hijo) dotan a estas historias de una emotiva credibilidad.
Pero, más allá de eso, resulta imposible encontrar entre la comunidad
científica, las autoridades sanitarias, los expertos en trasplantes y la
policía una opinión crédula al respeto. Es más, es absolutamente unánime la
advertencia de que la creación de redes internacionales de comercio de órganos
vivos es poco menos que imposible.
El mito de la amputación involuntaria es casi
tan viejo como la literatura. Pero su versión más moderna, convertido en
violación quirúrgica, cobra fuerza tras el estreno en 1978 de la película Coma,
basada en un guión de Michael Crichton y
Robin Cook, en la que un equipo de perversos médicos extrae órganos sanos de
pacientes comatosos.
Desde entonces, no han
dejado de aflorar truculentas historias de trasiego de vísceras. Junto a ellas,
aunque de manera más tímida, tampoco ha dejado de oírse la voz de autoridades
en la materia advirtiendo de la falsedad de tales relatos. Poco después de
aparecer en la prensa Mexicana la noticia de que el tráfico de órganos podría
ser la causa de la extraña desaparición de docenas de jovencitas en el estado
de Chihuaha, la Comisión Nacional de Trasplantes del país elevó una nota en el
la que negaba tal posibilidad. Lo mismo ocurrió una y otra vez en Estados
Unidos, Canadá, China y Europa.
En afrol News el 12 de Enero
de 2004, el fiscal general del Estado mozambiqueño está reforzando su caso
sobre la supuesta red de traficantes de órganos humanos en Nampula, la capital
regional del norte del país. Misioneros brasileños y los residentes en Nampula
sospechan que oficiales de policía locales organizan este comercio ilegal, que
puede haber costado ya bastantes vidas humanas.
La oficina central del
fiscal general del Estado en Maputo está estudiando varios casos de supuesto
tráfico de órganos humanos en Mozambique. En Nampula, la investigación del
fiscal general, Joaquim Madeira, está ofreciendo resultados a un ritmo muy
lento.
La investigación fue
provocada tras conocerse las informaciones de grupos locales de derechos
humanos y de la misión brasileña en Nampula, denunciando que niños de la zona
estaban perdiendo órganos vitales.
La población de Nampula
acusa a la policía local de complicidad con los traficantes al no investigar
muertes que se consideraban sospechosas entre los niños locales, según informa
la emisora portuguesa 'RDP África' en el norte de Mozambique. Los oficiales de
policía "pidieron simplemente enterrar los cadáveres sin pedir ninguna
autopsia o investigación y sin ningún tipo de proceso jurídico".
Según la misión brasileña en
Nampula, definitivamente hay un tráfico organizado de órganos de cuerpos
humanos en la región. Los misioneros se dedican a cuidar numerosos niños pobres
y huérfanos y han observado a las víctimas sin los órganos. Varios niños han
muerto como resultado de esto, según denuncia la misión.
El fiscal general del estado
ha pedido ahora la exhumación de varios cuerpos humanos sospechosos de haber
sido victimas del supuesto tráfico ilegal de órganos. Las autoridades del
Ministerio de Sanidad determinarán si se trata de un crimen.
También Abdul Rasak,
gobernador de la ciudad de Nampula, asegura que las acusaciones se consideran
serias. Al tráfico de órganos humanos "se le da toda la atención
necesaria", informa 'Público'. Las autoridades locales ya habían pedido
que se iniciasen las investigaciones hace tres meses.
El gobierno de Mozambique ya
reconoció, en el año 2000, la existencia de tráfico de órganos humanos en el
país. Las investigaciones, hasta ahora, establecen que este tipo de tráfico lo
llevan a cabo organizaciones criminales de Sudáfrica. La mayoría de los órganos
se trafican con el fin de trasplantes, aunque también existe el tráfico de
órganos dirigido a ritos de brujería. La vecina Sudáfrica, en cualquier caso,
parece ser el principal mercado para estos órganos.
Portales chinos en Internet
ofrecen comprar órganos a personas con problemas económicos o de reos
condenados a muerte
En Hong Kong, portales de
Internet chinos están siendo utilizados para el tráfico, subasta y compraventa
de órganos humanos. El comercio ilegal, que comenzó hace cerca de un año,
incluye desde personas con problemas económicos que desean vender órganos no
vitales a presos que van a ser ejecutados.
Muchos de los mensajes
incluidos en la Red son presentados como ofrecimientos de particulares. Sin
embargo, grupos defensores de los Derechos Humanos y responsables de hospitales
chinos han advertido que detrás de los supuestos anuncios privados se esconden
organizaciones y mafias dedicadas al tráfico de órganos en China.
El precio de un riñón en los
portales chinos de Internet varía entre los seis y los 10 millones de pesetas.
Los responsables del servidor chino Netease, uno de los que han sido acusados
de permitir el comercio de órganos en la autopista de la información, se han
defendido alegando que no pueden hacer nada para evitar las transacciones
económicas de «particulares» en sus páginas.
La sesión de subastas
Netease anuncia centenares de productos electrónicos, electrodomésticos o
coches. Más discretamente, a través de su buscador, ofrece también la
posibilidad de adquirir córneas, pulmones, riñones e hígados en un sistema de
compraventa descubierto por el diario Yangcheng. Otros portales chinos están
ofreciendo a través de sus páginas todos los órganos médicamente trasplantables
de una persona a otra.
La principal sospecha reside
en que algunos de esos órganos son vitales y sólo pueden ser extraídos de una
persona clínicamente muerta. La oferta de partes del cuerpo sobre cuya
disposición es imposible hacer previsiones -los hospitales no pueden saber
cuándo llegará un donante- ha reforzado el convencimiento de que en realidad se
están utilizando los órganos de reclusos condenados a muerte.
La noticia de la utilización
de Internet por parte de las mafias chinas coincide con la cercanía del año
lunar chino, cuando el Gobierno lanza su campaña anual contra el crimen y
aumenta los números de ejecuciones en todo el país.
La subasta o venta de
órganos es ilegal en China, pero los hospitales del país han sido acusados en
numerosas ocasiones de traficar con los órganos de presos condenados a la pena
capital.
EL MUNDO ya denunció el
pasado mes de mayo las mafias organizadas en China entre funcionarios de
prisiones, doctores y autoridades sanitarias en el tráfico de los órganos de
los reclusos, cuyos órganos son extraídos incluso antes de su ejecución.
Uno de los anuncios
publicados en la Red en las últimas semanas ofrece «cualquiera de los órganos»
de un preso de la provincia de Henan y destaca que la venta se realizará «a la
persona que puje más alto». En otro de los mensajes se puede leer: «Córnea de
una persona sana con buena vista. Urge la venta por motivos de pobreza».
Los responsables del
Hospital Universitario Sun Yat Sen de la ciudad de Guangzhou, un centro
especializado en trasplantes situado al sur del país, han advertido que detrás
de los ofrecimientos en Internet se esconden organizaciones que utilizan
identidades falsas de supuestos donantes para atraer clientes.
«Tengo deudas y necesito el
dinero. El precio final es negociable, pero sólo acepto dinero en efectivo», ha
asegurado al diario honkonés The South China Morning Post uno de los supuestos
interesados en vender un riñón por algo más de seis millones de pesetas.
El Ministerio de Sanidad
chino se ha negado a realizar comentarios sobre la inclusión de subastas de
órganos en Internet, pero fuentes del departamento han apuntado a la posibilidad
de que Beijing endurezca pronto las penas por tráfico de órganos y legalice las
donaciones voluntarias. El portal estadounidense e.Bay ya bloqueó el pasado
septiembre la venta ilegal de lo que se anunciaba en su web como «un riñón en
perfecto estado» por cerca de cinco millones de pesetas.
Mi nombre es Doctor Michael Baldwin, un representante del Iowa Lutheran Hospital. Somos especialistas en cirugía de órganos y nos ocupamos de la compra de riñones y nuestro paciente acordó pagar una gran suma de dinero a cualquier donante que decida donar un riñón a guárdelos y estamos ubicados en Iowa City, EE. UU.
ResponderEliminarSi está interesado en vender su riñón, no dude en comunicarse con nosotros para que podamos continuar.
Y este es nuestro correo electrónico si está interesado: iowalutheranhospital@gmail.com
También puede llamarnos o escribirnos por whatsapp al +1 515 882 1607